Bélgica honra a Bram Govaerts por su liderazgo al frente del CIMMYT y su impacto en la agricultura mundial
- Tvrismo al Aire

- 24 nov
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La Orden de la Corona en grado de Comandante, otorgada a Bram Govaerts, reconoce su liderazgo científico y el papel del CIMMYT como motor global de innovación agrícola y seguridad alimentaria

El compromiso del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) con la ciencia, la innovación agrícola y la seguridad alimentaria global recibió un nuevo impulso con la reciente distinción otorgada a su Director General, Bram Govaerts. El Rey de Bélgica, a través del Viceprimer Ministro Maxime Prévot, le confirió la Orden de la Corona en grado de Comandante, uno de los reconocimientos más importantes del país europeo y reservado para quienes realizan contribuciones excepcionales en beneficio de la humanidad.
Como ciudadano belga con una trayectoria marcada por la investigación y la diplomacia científica, Govaerts ha impulsado una visión que trasciende fronteras. Bajo su liderazgo, el CIMMYT ha fortalecido su papel como referente internacional en ciencia aplicada, agricultura sostenible y resiliencia climática, con especial impacto en el Sur Global.México, país anfitrión de la organización y aliado estratégico, ha sido clave para consolidar estos esfuerzos, favoreciendo una plataforma de colaboración que se proyecta hacia diversas regiones del mundo.
Desde su fundación, el CIMMYT ha transformado la vida de más de mil millones de personas mediante innovaciones en maíz, trigo y sistemas agrícolas sostenibles. Su investigación no solo beneficia a países en desarrollo: de acuerdo con el IFPRI, el 63 % del trigo cultivado en Europa proviene de líneas desarrolladas por el CIMMYT, lo que demuestra la dimensión global de su aportación científica.
La distinción otorgada a Govaerts refuerza el papel de la organización como un socio confiable para gobiernos, instituciones científicas y actores de desarrollo internacional. También subraya la importancia de la cooperación entre naciones para enfrentar retos como el cambio climático, la pobreza rural y el hambre, desafíos que requieren soluciones basadas en evidencia, innovación y trabajo conjunto.
El reconocimiento de Bélgica no solo celebra la trayectoria del Director General, sino también la influencia del CIMMYT como motor de transformación agrícola. Es, en esencia, un testimonio de cómo la diplomacia científica puede contribuir a construir un futuro más sostenible e inclusivo para todas las regiones del planeta.








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