Entre café y leyendas: Elisa Loyo nos lleva de viaje por las carreteras de Nevada
- Claudia Vázquez @LaKlauzz

- 17 jul
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 23 jul
Crónica de Claudia Vázquez
En un brunch íntimo con algunas compañeras de medios de comunicación especializados en el turismo y rodeado de risas suaves, jugo recién exprimido y tazas de café que no paraban de llenarse, Elisa Loyo directiva de la agencia GMS y representante de Travel Nevada en México transformó una reunión de amigas en una auténtica aventura narrativa por el corazón del desierto americano.

Sin necesidad de un escenario formal, fue entre anécdotas y charlas al centro de la mesa como Elisa se apoderó de la conversación, hilando con naturalidad historias reales, mitos y leyendas que suceden a lo largo de las rutas más sorprendentes del estado de Nevada. Desde pueblos casi fantasmas hasta enclaves donde lo paranormal parece estar a la orden del día, su relato nos sumergió en un recorrido tan fascinante como inesperado.
Entre risas y más café, Elisa compartió detalles de lugares que parecen sacados de un guion de cine: estaciones de gasolina detenidas en el tiempo, moteles con fama de estar embrujados, paisajes donde el silencio cobra voz propia, y poblados en los que aún resuena el eco del Viejo Oeste. Nevada, como nos lo mostró, es mucho más que Las Vegas; es tierra de exploradores, buscadores de misterio, lugares paranormales y amantes de la aventura.
En su charla, evocó destinos ideales para quienes buscan reconectar con el lado salvaje del viaje: desde los cielos estrellados del Tonopah Stargazing Park, hasta los registros paranormales del Mizpah Hotel, pasando por carreteras solitarias como la famosa “Extraterrestrial Highway”, donde lo inexplicable cobra sentido propio.

Así, entre sorbos de café y preguntas curiosas, se fue tejiendo un mapa emocional y sensorial de Nevada, ese estado que invita a perderse para encontrarse entre historia, naturaleza y lo desconocido. Porque como bien dijo Elisa antes del último brindis: “Viajar por carretera en Nevada no es sólo moverse de un punto a otro; es dejarse llevar por las historias que viven al borde del camino”.
Después de tantas las historias y la agradable compañía se nos paso la mañana muy rápido y terminó con una foto grupal entre amigas, sonrisas genuinas y la promesa implícita de llevar aquella charla más allá de la mesa. Porque si algo dejó claro Elisa Loyo acentuó que Nevada no solo se recorre, se vive: con todos los sentidos, con la mente abierta a lo inesperado y con el espíritu listo para descubrir lo insólito.
Este brunch no fue solo una reunión, fue una invitación a mirar hacia lo desconocido con curiosidad, a tomar el volante y lanzarse a una experiencia de carretera donde el viejo oeste, los paisajes infinitos y los misterios paranormales conviven en perfecta armonía. Una forma distinta de viajar que deja huella y que, como lo demostró Elisa, también se puede comenzar con una buena conversación y una taza de café.
Nevada: tan cerca de lo imposible, tan perfecta para explorarlo.
Fotografías: Claudia Vázquez








Comentarios