Las Empresas que Transforman: Éntrale Reconoce las Prácticas Más Innovadoras en Inclusión Laboral 2025

• Éntrale reconoce a las empresas que transforman sus culturas organizacionales para abrir espacios reales de inclusión laboral para personas con discapacidad, destacando la innovación, la sensibilización y el cambio social dentro del entorno corporativo mexicano.

En un país donde la inclusión laboral de personas con discapacidad avanza, pero aún enfrenta barreras profundas, Éntrale celebró la entrega del Premio a la Práctica Más Innovadora en Inclusión 2025. Este reconocimiento busca visibilizar a las organizaciones que, más allá del discurso, están transformando sus culturas corporativas para abrir espacios, brindar herramientas y crear entornos accesibles y equitativos.

Fernando Estrada, director ejecutivo de Éntrale, compartió la relevancia de este premio y los aprendizajes que han surgido tras evaluar los avances de diversas empresas. Para él, la inclusión no es un manual de pasos fijos, sino un proceso que exige creatividad, empatía y, sobre todo, voluntad para derribar prejuicios.

“Cuando hablas de discapacidad y ves las barreras que enfrenta la gente, descubres que al promover la inclusión aparecen todavía más: miedos, sesgos y fricciones. Este premio reconoce a quienes deciden no aceptar un ‘no’ como respuesta y buscan siempre dar la vuelta hasta convertirlo en un ‘sí’”.

Este año, la empresa ganadora fue Profuturo, cuya estrategia destacó por su enfoque humano y educativo. Mediante cápsulas de video, colaboradores con discapacidad narran no solo sus logros profesionales, sino también las dificultades cotidianas que enfrentan: desde obtener un título universitario hasta llegar a su lugar de trabajo. Esta visibilización ha permitido cambiar la percepción interna y abrir puertas en más áreas y niveles dentro de la organización.

Para Estrada, este tipo de iniciativas son claves para impulsar transformaciones culturales que trascienden el cumplimiento o las métricas corporativas. La inclusión —afirma— no es la cantidad de mujeres, personas con discapacidad o grupos diversos en la empresa, sino la capacidad de valorar la diferencia, generar equidad y ofrecer accesibilidad real.

“Una empresa incluyente no es la que presume más diversidad; es la que abraza esa diversidad, la que realmente implementa equidad y donde cada persona se siente parte de la organización”.

A pesar de la apertura que ha ganado el tema, México enfrenta retos profundos, especialmente en educación, accesibilidad y estructura social. Estrada señala que el país nunca se preparó para integrar a las personas con discapacidad desde etapas tempranas, lo que afecta directamente su inserción laboral.

Otro reto es la percepción social: la discapacidad sigue viéndose como algo lejano, aislado o reducido a experiencias personales limitadas. Esto ha provocado estigmas dentro de empresas que aún dudan sobre integrar talento con discapacidad en ciertos sectores, como el turístico o el de servicio al cliente.

Para Estrada, cambiar esta narrativa es urgente.

“Mientras no reconozcamos que las personas con discapacidad deben tener una silla en todos los espacios en los hoteles, en los restaurantes, en las playas, en los centros de entretenimiento seguiremos excluyéndolas de la vida pública”, señaló.

El impacto de este premio va más allá del reconocimiento; busca detonar un movimiento colectivo. Estrada enfatiza que la inclusión no recae solo en una organización, un gobierno o un líder: es una responsabilidad compartida que debe vivirse en todos los niveles, desde la familia hasta los corporativos.

Su visión es clara: generar aliados, abrir espacios y dar voz a quienes históricamente han sido invisibilizados.

“Cada persona, desde su posición, puede hacer algo para que México sea más incluyente. Si damos herramientas, oportunidades y acompañamiento, lograremos el país justo y humano que todos queremos y necesitamos.”